La biodiversidad de México es constantemente amenazada por diversos factores sociales, económicos e incluso culturales. Una de las especies endémicas del país que ha permanecido por años entre las listas de especies en peligro de extinción son las cactáceas.
Diversos estudios confirman que existen alrededor de mil 400 especies de cactáceas a nivel mundial, de las cuales 669 son mexicanas, y de ese total, 518 son endémicas del país.
Las cactáceas mexicanas se encuentran en su mayoría en los desiertos de Chihuahua y Sonora, en algunos valles de Hidalgo y Querétaro, donde hay cerca del 60% de los géneros de México, de los cuales, el 25% son propios o exclusivos del país. Otros lugares como la región de Tehuacán-Cuicatlán, en Puebla y Oaxaca, existen al menos 81 especies de cactáceas, de las que el 25% son endémicas de la zona. De igual forma, el estado de San Luis Potosí cuenta con mayor diversidad, con un registro de 151 especies en su territorio.
Debido a su variedad y extrañeza las cactáceas son extraídas de su origen para su comercialización ilegal, por lo que éstas son una de las muchas especies de plantas que se encuentran bajo la protección de la NOM-059-Semarnat-2010.
Comercio ilegal de flora
Muchas son las historias que ejemplifican cómo el interés de algunos coleccionistas de esta clase de plantas ha provocado un efecto devastador e irremediable en distintas zonas del país. Tal es el caso de una subespecie del cactus Echinocereus ferrerianus, llamada lindsayi, extinta solo 15 años después de ser descubierta.
De acuerdo con la declaración de Edward Grace para el medio digital BBC, “la vasta mayoría de las especies altamente buscadas se encuentran entre Estados Unidos y México”.
Entre las razones por las que los cactus son objetivo del tráfico ilegal está el hecho de que éstos se encuentran ubicados en una localización geográfica limitada, lo que los hace más codiciables para los coleccionistas europeos y asiáticos.
Según un estudio realizado por Nature Plants los máximos contribuyentes del comercio ilegal de cactáceas provienen de Alemania, China, República Checa, Rusia, Inglaterra y Polonia.
Variable. Es una de las muchas palabras que describen la acción injusta de la venta de flora a regiones extranjeras, y es que el precio de un cactus varía según la escasez o las excepcionalidad de las características del ejemplar. El valor de las cactáceas en el mercado negro se vuelve más grande si la planta es adulta, una cactácea en edad adulta es más costosa incluso que un fruto o una semilla, y sobre todo si son tomadas de la naturaleza.
Cabe mencionar que una de las especies en peligro de extinción como los sahuaros de Sonora, tardan un aproximado de 30 años en alcanzar un metro de altura, y son necesarios alrededor de 69 años para presenciar su primera floración. Los sahuaros con mayor edad en el país registrados llegan a vivir entre 200 y 300 años.
Se creía que el principal enemigo de los sahuaros son los animales silvestres que se alimentan de las semillas que generan, sin embargo, uno de los motivos por los que esta especie silvestre de Sonora se encuentra en amenaza de extinción se debe en su mayoría a la codicia de quienes creen que estas joyas naturales les pertenecen.
Empresas como Minera Penmont de Alberto Bailléres crean programas para apoyar e incentivar el cuidado de los sahuaros en el estado de Sonora, algunos proyectos se encargan de posicionar las especies en lugares seguros o monitorear los ejemplares para así evitar que sean privados de su lugar de origen.
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